“Compadre” CF

compadrejerez

“He viajado al siglo XVII, Compadre, y he buscado las botellas de Jerez.

Puse proa frente a Cadiz, compadre, y hurgué entre las naves y sus grandes casas.

Para nada.

Más yo pienso que fui engañado, compadre, y ya no tengo créditos pa´ responder,

Ay que me muero, compadre, créame, si todo se dio en engaños…”

 

—¿Y su marido murió?

—¡Murió, desolado, créame!

—¡Cuánto lo siento!, pero ¿qué espera usted de CronoTravel?

—Negociar.

—Señora, ¿no me ve? Estoy ocupadísimo… ¿Por qué habría de interesarme?

—Por los impuestos —dijo la mujer, sin dramatizar—.  ¡Pero no palidezca, varón! Ya sé que suena injusto, pero estoy enterada: van a gravarle una tasa de incremento geométrico por cada año que remonten desde el pasado… Y hay ochocientos cuarenta años, casi un milenio,  hasta el año que visitó mi marido. Solo que —dijo la mujer, tragando amargo—: él simplemente murió…  Y su seguro de vida no cubre esa inversión de viajar ocho centurias para más de encontrar un buen trago que beber.

—Señora…

—Pero si establecemos tres hitos, uno hace doce años, otro hace cinco y otro hace tres, yo le garantizo una promoción irresistible. Al volver tendremos el Jerez Gran Reserva, el Reserva y el Solera, todos a la venta, desde los grandes centros de acopio de los agujeros de gusano, hasta en los mercados y abacerías más modestos de la vieja Tierra. Ganará muchos créditos, estimado señor, y olvidará esa blanca palidez.

—¿Nuestro porcentaje?

—33%

—No me haga reír, ¿y el saldo?

—34% es mío.

—¡No me diga! ¿Y el otro 33?

—¡Del compadre!

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Justicia para ayer (de la serie 200)

Atlas

-Así que usted asegura viajar por el tiempo, y ha venido a advertirme que me mata mañana a las cuatro.
-Correcto.
-Si es por mi actividad, siempre hay arreglo.
-No va a resultar. En “Liquidaciones” somos rigurosos.
-Es que no le creo.
-Es usual. Tenga. Es el diario de mañana, página deportiva, a esta hora juega el Real Madrid y va a perder con el Español.
-Hasta yo espero que pierda… Mire, estoy desocupado y aburrido, sólo por eso lo escucho…
-Compréndame usted: cumplo con un programa. Son las 1124 del día 26, y usted ha quedado enterado de su destino.
-¡Cambiaré!
-Nada hay que cambiar, hay un seguro crono-cuántico inamovible. ¡Está escrito que venga del futuro y lo mate! Así aparecerá en las noticias de pasado mañana.
-¡Pues, me limpio el culo con la noticia!
Dicho esto el sujeto empujó al hombre del futuro hacia la estridencia de las ruedas de un autobús. Una mujer se desmayó, hubo perros que ladraron y testigos aterrados; dos horas después los noticieros replicaban el homicidio captado por cámaras de seguridad.
-¡No hay cadáver, no hay crimen! -Insistía el sujeto.
El jueves, a las 1600 en la penitenciaría, un recluso desconocido lo mató.