L4 Asteroides Troyanos, Sector griego

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Se infiere que el artista se deja llevar por una imaginación desaforada o que reniega de la exactitud histórica —actitud novelera y muy en boga entre los historiadores de entonces, para quienes los datos de población, los registros de pestes, accidentes,  o de las distancias y tiempos que había que invertir para viajar entre dos o más mundos,  únicamente debían servir para asombrar al público o para estimular los viajes de turismo—. En estas láminas el artista replantea el  tema del desguazadero situado entre los mundos troyanos (el mentado “Riachuelo” de los cronistas), como si este fuese un fluir perpetuo de agua cristalina serpenteando entre desfiladeros y montañas. El artista, muy influenciado por la escuela calistiana de paisajistas, cuyo leit motiv consistía en reducir las dimensiones cósmicas como asunto necesario acorde con los cánones de su escuela, aproxima en forma dramática los asteroides entre sí;  por tanto, la perspectiva es meramente ilustrativa y ni la cromática ni la profusión de cráteres en sus superficies tienen que ver con la realidad.

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Visitas recientes al sector de los Asteroides Troyanos exigen una re lectura de la historia y hasta una nueva interpretación. Y de ser acertadas estas proposiciones, tal vez la imagen de la ilustración no sea del todo falsa. Consideremos: después de dos siglos de luchar contra las adversidades que significa “estar” en los puntos de libración, parece que los “ciudadanos de los Coros de Troya” crearon “ligaduras” efectivas y prácticas entre asteroides vecinos, y habrían desarrollado los principios de una tecnología de rotaciones participativas y de momentos angulares coherentes, lo que les habría permitido mantenerse relativamente próximos a sus inéditas fuentes de agua… Nos referimos, por supuesto, a los míticos asteroides “Pontus menor” y “Pontus mayor” relacionados al duplo asteroide de Héctor en una coincidencia tan espectacular como audaz.

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Como se sabe, el “riachuelo” no era otra cosa que gasas de grafeno eslabonadas y superpuestas y donde quedaban atrapados los vehículos dados de baja, desguazados y considerados inservibles para el Directorio de la Autoridad de los Mundos Solares establecido en la Luna terrestre. Esta, muy caritativamente, disfrazaba con buena voluntad el gesto de enviarlos hacia los puntos de libración de Júpiter, donde los troyanos administraban lo que en realidad era el más inconmensurable basurero de chatarra espacial.

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Los fondos concursables y yo

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Nunca he ganado uno, para variar.

La primera ocasión que participé muy ecuatorianamente, es decir a última hora, hice lo que sé hacer: una propuesta, unos objetivos, que los generales, que los particulares, una justificación del tema (era una puesta en escena artísticamente multidisciplinaria: “Los dioses también cantan boleros”), “sucedía” la trama en la Provincia de Santa Elena (esta es una de las pocas veces que reniego de que ahora la Península sea provincia: mis mejores imaginaciones se anclan por allá). No me percaté que había unos protocolos que cumplir, que había que llenar unas formas y todo lo demás. Naturalmente responsabilicé a esa “pequeña falla” mi no selección.

El año pasado participamos con mi compadre Joaquín Serrano en una propuesta bellísima de arte pictórico hacia y desde los poblados costeños. Y no fuimos favorecidos.

Este año mí compadre andaba en proyectos propios y yo estaba entre la creación de una obra (unos cuentos de CF) o —se me ocurrió también a última hora—: generar el V Encuentro Internacional de Narrativa de CF “desde el Ecuador planetario”. Parecía irresistible. Llevábamos cuatro encuentros, este debía ser el quinto.  De los aborígenes concertados, deberían respaldar Clarita Medina en RRPP, el Iván Rodrigo -que es muestro historiador de CF-, Roberto Cevallos; y los escritores Santiago Páez, JD Santibáñez, Jorge Val Miño, Leonardo Wild, Eduardo Villacís, entre otros;  todos pensados, no todos consultados.  De los extranjeros el único con el que hablé fue con mi pana Yoss, porque el hombre tiene hoy tal fama, que hay que arrejuntarlo contra el calendario para darle pista en nuestros aeropuertos. Nada dije a los otros para no entusiasmarlos. Pero ahora no importa, nada te dije Su (Susana Sussmann), le dije al Beff, que le hubiera encantado venir en familia (le canté la plena, desde luego), nada le dije al Néstor Darío Figueiras, ni a sus supuestos acompañantes, el poeta César Ayra y Laura Ponce, ni al Iván Prado, de Bolivia. Consideré que era buena fecha fines de enero pues aún estaría en vigor el año lectivo, y aún quedaban algunas semanas antes de la jornada electoral; y pregunté por los pasajes y si  fines de enero, era  considerada época alta, media o baja. Fue presupuestado. Averigüé por los hoteles, por el traslado, por la jama. Fue presupuestado. Por los gastos de difusión, por la impresión de libros, habladores, “flyers”, etc. Hasta el etcétera fue presupuestado. La propuesta incluía una nueva antología de cuentos largos de CF ecuatoriana… Y que las universidades y que los colegios, y que los clubes de lectura, que las poblaciones de la provincia…Todo fue presupuestado. ¡Y nada! Casi sufro una crisis de alferecía cuando supe del terrible desenlace.

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II encuentro de narrativa CF, en Casa Grande, con Susana Sussmann, Néstor Darío Figueiras y Carlos Tutiven

¿Qué paso? ¿Qué no puse? ¿A dónde se fueron mis dotes de encantador, de persuasivo, de seductor?

Algunos panas me dan respuestas basadas en experiencias previas, en la parcería entre los de siempre con otros que también han sabido ser de siempre. Y recordé cierta ocasión, cuando asistí a la rendición de cuentas de la gestión del Min Cultura de 2014 si la mente no me traiciona (tengo una mente cada día más traidora, pero eso cae en la competencia de la salud) y efectivamente en el rango del patrimonio la inversión era interesante. Y como soy mal pensado retuve en la mente el total, comparé con los datos que fluían del vocero sobre la inversión en la Sierra Norte y central, y resulta que la inversión era del 70% del total. La división fue mental (en eso trabaja muy bien, la infame) pero cabe que no fuese el 70 sino el 60, o sino el 50… Igual, como que la distribución NO es igualitaria. Pero pensemos ahora en mi ciudad y en Quito. Camino por, no digo el centro histórico, por la 10 de agosto… ¿Cuántas casas patrimoniales puedo contar a lo largo de unas 10 cuadras. Hago el mismo ejercicio en Guayaquil… ¿Para comenzar, por dónde? Digamos la 9 de Octubre. ¿En cuánto queda la relación de bienes muebles patrimoniales? ¿2 a 1, 3 a 1, 4 a 1, 10 a 1? Ahora bien, para mí es natural que la inversión deba tener cierta concentración; ¡después de todo Guayaquil se nos quemó como cuatro veces!  Lo que no es natural, y que no me cuadra, es que la destreza del carpintero de ribera esté virtualmente perdida en la costa ecuatoriana; a tan pocos les ha importado que no haya un solo proyecto de salvataje de esos conocimientos de ancestralidad, como dicen ahora.

Pero andamos con los fondos concursables. De eso se trata.

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IV encuentro de narrativa CF, en la FIL de Quito 2014

La primera duda: ¿y se repartió el dinero tal como estaba previsto? SÍ. Hasta creo que se ha dado de más. Si mis números no han fallado, y una vez revisado el veredicto, resulta que en Guayaquil se repartió algo más de 150 mil dólares versus 140 mil, que era lo estipulado en el programa. Como provincia estábamos embarcados con cuatro provincias más para un fondo de 160 mil. No sé cuál será el criterio de reparto entre estas 5 provincias así que no me quedó otra que dividir para 5, lo cual implica que debieron darnos unos 30 mil, pero recibimos ¡un poco más de 100 mil! Que reclamen los otros.

¿Quiénes recibieron? En lo mío: que esta vez fue literatura. ¿Cómo no me va a alegrar que el “conde” Martillo, que detesta hablar de Literatura —porque prefiere hablar en verso— pueda crear poesía como sólo él lo hace? No creo que su selección se afiance en algo distinto. Está Jorge Osinaga, que es uno de los más ácidos y divertidos críticos del régimen (y que, por cierto me ha eliminado de sus contactos -aquí: un emoticón triste-), en cuya  no hay favoritismo que pese y que se lleva el fondo de lo buena que es su propuesta.  Y fuera ya de mi provincia, me alegra por ejemplo, lo del “Pato” Montaleza, yo sé por todo lo que debe pasar para que su festival siga con vida.

Y también están unos de siempre… Sus propuestas implican eso que se llama continuidad, que es muy bueno, y que no se debe confundir con continuismo, pero que debiera admitir cierta alternancia, por favor; otros seguramente se saben “la receta” para postular bien, llenar formatos y todos esos protocolos que, así nos duela, son de uso corriente en todas partes del mundo; y/o habrá otros que son bendecidos por el inefable espíritu de las musas.

A mis panas de la CF, ¿qué les digo? Que siempre nos damos modos para saber en qué andamos. Hace unos lustros, cuando recién nos dio por narrar en CF, a propósito de un concurso nacional de novela, la CF fue ninguneada porque “no se ajustaba a la tradición literaria del Ecuador”, según me contó un miembro del jurado. Pero todo lo que he publicado fue premiado en certámenes que NO eran de CF específicamente. Por hoy, no me interesa saber quiénes hicieron de jurados en estos fondos concursables, pero eso sí: no tienen idea de lo que se pierde Guayaquil , algunos poblados de la provincia, y buena parte de su gente.

Poesía de Ciencia Ficción

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Pudo ser el tema “CF en la poesía”, pero no he explorado esas lecturas. Alguna vez he propuesto la idea de incorporar el género en sus creaciones a varios amigos poetas que, gentilmente declinaron hacerse cargo de ese navío. Este texto presenta una sección interesante de la ciencia ficción cubana.
Del libro “Solo en su mente”, del cubano Bruno Henríquez, científico especializado en física ambiental, he aquí unos versos con incrustaciones formidables del género, y que comparto con vosotros.
Ovnis

Vienen
siempre
resonando entre los truenos
como naves

Sin dejar la huella firme
de un recuerdo / sin recuerdos
de los mundos visitados / sin recuerdos
de la historia de su tierra / sin regreso
sin caminos programados
sin programas conocidos

Solo un hecho
visitar mundo tras mundo
creando al pasar la duda
si estarán o si estuvieron
si vendrán o si de fueron
si en los truenos un mensaje
o un recuerdo
o un lamento

Pero marchan
en sus naves o sus nubes
en sus sueños o los nuestros
a pisar mundo tras mundo
resonando
reluciendo
siempre ajenos
siempre ajenos
sin recuerdos / sin regreso

No sé vosotros, pero percibo un humor muy especial en esta visión del mundo de los OVNIs, y que alude a la múltiple naturaleza del fenómeno, tal como ha sido observado, reportado y difundido por todo el planeta.

“Peligrósica para las másicas” se me antoja

“Contacto Cósmico”

Al salirse de su órbita
un navío galáctico
se precipitó en la atmósfera
de un mundo de gente práctica.

La situación no fue trágica
pues la gente no era bélica
aunque sí un poco cómica
y dadas a correr máquinas.

Los seres de origen cósmico
tenían el aliento fétido
y el caminar estrambótico
y en la frente un ojo único.

El mundo de la gente práctica
tenía un clima muy cálido
con ventoleras fantásticas
que hacían daños vandálicos.

Los prácticos sabían física
y sus ciudades elásticas
se desbordan de música
ante las fuerza geofísicas.

Tenían casas antisísmicas
decoradas con estética
y varios centros artísticos
exentos de toda lógica.

Y en institutos científicos
su número era astronómico
sus resultados ridículos
y su presupuesto heroico.

Sus ideas unas míticas
otras carentes de lógica
las más con sentido práctico
y fuerte base ideológica.

Sus rostros algunos pálidos
otros bronceados y atléticos
con ojos, unos estrábicos
otros de mirar maléfico.

Ante los del ojo único
se encuentra la gente práctica
que los contemplan atónitos
y hacen comentarios cáusticos.

Usando el don telepático
y un enlace cibernético
se hace el intercambio rápido
de las ideas científicas

de los conceptos estéticos
de las bases filosóficas
de algunas ideas prácticas
y de tubos de dentífrico

consejo estomatológico
incluido por un cómico
que sintió el aliento fétido
y no respetó la ética.

Surge la amistad galáctica
se hacen los lazos políticos
se designan diplomáticos
y se abre una era histórica

una línea telefónica
una tienda diplomática
y como punto dramático
el burocratismo cósmico.

¿Cómo la vieron?
Culmino este recorrido por la ciencia ficción de Bruno Henríquez con esta reflexión conocida, pero recurrente en el mundo de la CF

“Leyenda”
Los dioses trabajaron la piedra y con ella hicieron los hombres, pero estos resultaron ser torpes y crueles, por eso los dioses los destruyeron. Después hicieron a los hombres de madera: lentos, insensibles; también los destruyeron. Entonces los hicieron de carne y no eran más que animales sin pensamientos puros y el dios mayor ordenó destruirlos; pero Serpiente Emplumada mezcló su sangre con la de los hombres y estos se hicieron como dioses. Entonces se decidió no destruirlos, ya ellos lo harían por sí mismos

“La de tacones”, (de la serie 200)

Navegantes

Ambos salieron del bar del “Navegante Solitario”.
El más locuaz era un astronauta viejo y ajado, de crédito solvente; el joven estaba tristemente quebrado y jumo.
-¿Te llevo a tu nave?
-Sólo si adivina cuál es.
Se detuvieron a chequear el itinerario de PortoCalisto con sus naves atracadas.
-Le apuesto un trago -dijo el joven- a que adivino cuál es su nave, y que usted no acierta a cuál pertenezco.
El hombre mayor repasó con empeño las siluetas de las naves.
-¡Su nave! –Dictaminó el joven señalando un navío de rotor en proa, bodegas al fuste y toberas a popa.
El hombre mayor continuaba hipnotizado por la visión de 30 naves…
-¡Entonces era cierto, en este cuadrante las naves son hembras!
-Y, de paso inconstantes y vanidosas… Van modificándose conforme intiman con su tripulante favorito. Invierten su antimateria en viajar hasta Jápeto donde hay una cepa de coralio y se someten a esas transformaciones que nos hacen babear.
-¡Listo muchacho, la tuya es la de tacones! ¡Y te ha dejado por otro!
-¿De dónde viene?
-De Orión. Traigo al relevo para “La Gallarda”.
-Claro… Una tal Cecilia.
-¿La Gallarda era tu hembra? -dijo perplejo, el viejo-. ¡Venga, muchacho, te mereces muchos tragos!