(Por lo menos van al facebook y hacia contactos particulares. Este proyecto, cuya primera parte reseño a continuación, nos ha ocupado más de dos años al equipo básico de cuatro diseñadores; ha contado además con la copiosa consultoría de arqueólogos, historiadores, artistas plásticos, escultores, vitralistas, poetas, críticos literarios; y de calculistas de estructuras, ingenieros eléctricos, ingenieros de suelos; y de expertos en planificación presupuestaria, compras públicas, abogados, etc… Todos nos quedamos con los churos hechos. Quienes alentaron la generación de ideas de esta índole ni siquiera invirtieron. En definitiva, los poblados tienen los objetos artísticos arquitectónicos que se merecen.)
- Haga el diseño de un monumento conmemorativo de emancipación independentista…
¿En qué está pensando el cliente?
EL CLIENTE (la administración municipal de un GAD) tiene presente al ejemplo más próximo a su experiencia cívico/visual: la columna de los próceres de la cabecera provincial… ¿O algo así? Una columna de fuste estriado, amplia basa circular, capitel dórico y pebetero de remate…
Por su parte, ¿en qué y en quién piensa el equipo de creadores?
Tips de emancipación: El neoclásico – ¿algo como la columna de Trajano? – revaloración del simbolismo greco/latino – el fuego – las “ideas revolucionarias” – la Ilustración – la masonería – la iglesia…
¿Y si usamos directamente el antebrazo de Prometeo con vista al río, y vista a la ciudad?
— Señor burgomaestre, miembros electos del cabildo, director municipal de Cultura, director de OOPPMM… ¿Y si pensamos en un monumento que constituya una experiencia visual, táctil, didáctica, histórico/patrimonial, que le confiera a la población local y regional una auténtica alternativa del civismo clásico? Mas que un objeto, un sitio donde se meta la gente.
La solución fue un prisma, que evolucionó de este modo.
Este prisma fue pensado pensando en el monolito de Arthur C Clarke. Pero, en lugar de aplicar la famosa serie del cuadrado de los tres primeros números primos (1, 2, 3 o: 1, 4, 9), establecimos un módulo de 60 x 120 cms. para todas las superficies y, por extensión para los volúmenes. En este prisma 6 módulos era equivalente a 1, y sucesivamente la relación fue 1, 2, 4; es decir 3,6 x 7,2 x 14.4 metros.
El salto del brazo de Prometeo al prisma era previsible. Ahora bien, hubo varios prismas en nuestro recorrido creativo personal y colectivo (con Esteban Delgado, con Paul “Jacho” Ochoa). Recuerdo en particular los perpetrados durante mi paso por el Ministerio de Turismo. Aquellos prismas debieron emplazarse a lo largo de la vía Quito-Pedernales en los 17 sitios donde el trazado de la carretera atraviesa la línea equinoccial (o viceversa). He aquí algunos ejemplos (de proyectos no hechos):
El “salto” creativo de unos elementos pensados para transmitir experiencias, carga gnoseológica, valores patrimoniales, aparte de fomento de identidad a través de pautas comunicacionales, se dio como parte natural de una práctica diseño.
Este es el prisma con el siguiente argumento
“Monumento conmemorativo de la emancipación de España, uno de cuyos símbolos es la antorcha de Prometeo que, en el vano central del monumento, puede expresarse así:
Durante el proceso de diseño se han “adherido” otros elementos que multiplican el carácter artístico del monumento. En ciertos casos, estos elementos cumplen con requerimientos funcionales de edificación y de hábitos poblacionales que el diseño se ha encargado de satisfacer. Hay entrada(s), pasadizo, información interior que debe alcanzarse por escaleras, mediante un ascensor, todo lo cual genera un mirador que debe ser transparente y que permite construir la flama de Prometeo con un gran vitral. El ascensor requiere un foso y un pequeño cuarto de máquinas… A fin de que la proporción originalmente concebida (1-2-4) no se altere, tanto el foso como el cuarto de máquinas se ven disimulados por un zócalo y por un friso, respectivamente.
El monumento consta de 2 pieles. La del tercio inferior y la del remate, que coincide con el vitral de la antorcha y mirador. Los dos tercios inferiores están recubiertos de losetas de granito (o similar) de bisel diagonal para darle a la fachada un movimiento visual permanente a la luz diurna. Todos estos elementos trasladan al usuario el grafismo precolombino para objetos de respeto, de adoración o de simple temor.
En el tope, los cuatro lados del friso se expresan cual mosaicos de trencadis (según Santiago Barreiro), o de cerámica fragmentada. Tenemos, por los lados menores del prisma, el friso de las aves y de los peces:
Y para los lados mayores del prisma los frisos de la serpiente y de los lagartos:


Todos estos glifos iluminados se basan en hallazgos de la cultura Daule -Tejar y de otras que habitaron las subcuencas del Daule, según restos arqueológicos en las reservas del MAAC o según información presentada por historiadores e investigadores dauleños, como el recordado Charles García, miembro del núcleo del Guayas de la Casa de la Cultura, o como Rigoberto Torres.
PERIODO: DESARROLLO REGIONAL. FECHAS: 200 A. C. 300 D. C.
Lo cierto es que estos frisos fueron incluidos en los cálculos estructurales del monumento. Hasta que apareció el COVID
Esta historia cuenta con una segunda parte…