La constitución y el nombre de dios
Tan indignados como vulgares hijos del yugo, los cruzados a favor de Nombrarlo en la nueva constitución de Tierra Sagrada, han pasado por alto el más elemental de los derechos divinos: preguntarLE si está conforme.
Y todo lo contrario, han cometido el imperdonable pecado, que es pecar contra el Espíritu Santos y pregonar el arbitrio de creerse sus dueños de Él, apropiándoselo, defendiéndolo (¿de qué?) con argumentos tan candorosos que los ángeles andan abochornados con tanto adefesio.
Conmovedores y conmocionantes, estos energúmenos, remedos de asnos de Balaam hablan en su nombre, ¿no lo sabían?, y en su nombre presumen que el Altísimo está de acuerdo con ellos.
Invocan el caso del “In god we trust” para demostrar que el altísimo premia con prosperidad al que coloca su nombre en un billete, boleto de avión o certificado de graduación.
Y seguro que votarán NO en el referendum, así lo NOMBREN, porque no será la primera vez ni la última que se jura el nombre de Dios en vano.
¡Amen!
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Buena Fernando, Como Cristiano Evangélico creo que lo importante es tener a Dios en nuestros corazones.
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In Huevócrates We Trust
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