Kurt VONNEGUT
Se nos fue. Como siempre, la ingratitud hacia los que decimos apreciar se pone de manifiesto cuando se van. Tal vez como último homenaje a su existencia -y por pura coincidencia-, justo el dìa de su partida Tijerón y yo conversábamos de su “rayadez”, de Las sirenas de Titán, de Matadero 5, y naturalmente de “Galápagos”, donde Kurt expresaba su extraña predilección por Guayaquil, la ciudad màs cosmopolita del mundo segùn su decir. Todo mundo debió amanecer consternado. QEPD